Acabo de devorar este libro de Paulo Coelho, uno de mis escritores favoritos. Tras haber leído El alquimista, Once minutos o Verónika decide morir, debo confesar que esta novela no me ha sorprendido tanto como las anteriores.
El autor comienza la hstoria de una manera un tanto pesada para mi gusto, intentando mantener las pautas que debe seguir una novela, pero pareciendo más un ensayo que otra cosa. A pesar de ello, la historia va cobrando forma y empiezas a engancharte.
La historia, brevemente, narra hasta qué punto el poder y el lujo anulan la faceta humana de cada uno. Se centra en Igor, propietario de una gran compañía telefónica en Rusia, que desea volver con su exmujer, la cual rompió su relación con él dos años atrás y ahora comparte su vida con Hamid, un diseñador de prestigio.
A lo largo de la novela, el lector presenciará hasta qué punto Igor lucha por volver con Ewa, su exmujer, y comienza a obsesionarse hasta tal punto que se convierte en un asesino en serie. De manera paralela, el lector conocerá más personajes que no tienen nada en común, salvo la mala suerte de cruzarse en el camino de Igor.
Como comentaba, la novela es más que una historia, un ensayo o estudio sobre el poder y el lujo, y cómo tantas riquezas pueden cegar al ser humano, desviarlo de su camino y dejarlo sin rumbo en una vida en la que todos los objetivos parecen haberse logrado.
Dejo aquí varias frases que me gustaron (aunque tengo anotadas muchísimas más):
"¿Quién dijo que los niños no son capaces de decidir lo que quieren de la vida? Los adultos".
"La gente nunca está satisfecha con nada. Si tiene poco, quiere mucho. Si tiene mucho, todavía quiere más. Si tiene más, quiere ser feliz con poco, pero es incapaz de hacer esfuerzo alguno en ese sentido".
"Para un escritor o un músico, desarrollar algo de calidad no es suficiente, lo importante es que su obra no acabe pudriéndose en una estantería o en un cajón".