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Propósitos

No te lo propongas. No lo vas a cumplir. 

Ahórrate ese dinero en el gym, en terapias para dejar de fumar, en academias de estudios, clases particulares, en putas (los habrá que se propongan dejar de ser vírgenes... De todo hay en la viña del señor...). 

Iniciar años con proposiciones es como si de repente todos los políticos de este país decidieran devolver el dinero que nos han robado a día 1 de enero solo por "comenzar el año con buen pie"; o como si el pequeño Nicolás dejase de hacer de las suyas para ser un mortal más de la clase "ni-ni" que la ignorancia se ha atrevido a inventar. O sea, en términos comprensibles hasta para los seguidores de MHYV (Si no conoces las siglas eres un afortunado. Revísate el CI porque igual resultas un AC y tú por ahí sin saberlo...), imposible. 

La gente vive esperando cosas para hacer cosas. Nuestra vida se puede resumir perfectamente en eso: esperar algo para hacer algo. Acción, reacción. Esta es la esencia de nuestra existencia, y también el mayor de los errores que podemos cometer. 

Porque, ¿quién te ha dicho a ti, lector anónimo, que la acción está esperándote a la vuelta de la esquina? ¿Qué te has pensado que es esto, un videojuego en el que hay gente lanzando por ahí dardos o balas de acción para que tú reacciones? 

Imagínate a un tío que se dedique a eso (profesiones más raras se han visto). ¿Que hay un hombre gordo que no se mueve del sillón y ha dicho miles de veces de ir al gym pero su vagancia puede con él? Pues voy a meterle un supositorio de acción con un pequeño infarto. A ver si así se da cuenta de que lo que hay en sus venas son ríos y ríos de colesterol. 

Ahora imagínate que eso funciona. Que el gordo empieza a ir al gym, se siente espectacular, ayuda al consumismo renovando su armario y sube su autoestima estrepitosamente. Siempre dirá que ese "revés" que le dio la vida le hizo cambiar de hábitos. 

¿No hubiera sido más fácil y rápido haber sido consecuente desde el principio? ¿Necesitamos ese "revés" (el tío de los supositorios) para reaccionar? 

Así que si estás elaborando tu lista de propósitos, rómpela ahora mismo, quémala y tírala a la chimenea. No hay mayor propósito que ser protagonista de tu propia acción. 
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