El fin de semana pasado quedamos mi pareja y yo con otra pareja de amigos. He de decir que considero mi amiga a la chica de la pareja, ya que el chico nunca me ha inspirado confianza. Es de los que hablan poco, pero cuando hablan, te dan ganas de decirle que estaba más guapo callado.
El caso es que habíamos quedado en un bar para cenar y les estabamos esperando en el interior del local. De repente, los vi en la terraza y me hicieron señas para que saliéramos, ya que tenían una mesa reservada. En los segundos que tardamos en salir del establecimiento, la mesa ya había sido ocupada por unas ancianas.
Mi amiga se puso de los nervios y empezó a gritarles de una manera muy vulgar e infantil que esa mesa la habían visto ellos antes. Una anciana la miró con pena y le dijo que lo sentía mucho, pero que cuando habían llegado la mesa estaba vacía. Y era cierto. Mientras nos avisaban para que saliéramos, se despistaron y se alejaron de la mesa. La culpa no era de las ancianas.
Pero mi amiga estaba que echaba humo por la boca. La intenté tranquilizar explicándole que había más mesas y que no pasaba nada porque esperasemos un rato. Y suelta la frase que me dejó atónita: "Joder, para dos días que les quedan...".
Le dije a mi amiga que me había parecido muy feo lo que había hecho, y me contestó riendo: "Es que me lo ha pegado mi novio". Le contesté que allá ella, pero que a mí me daría vergüenza comportarme de esa manera con 22 años.
Al día siguiente, cuando todavía no habíamos olvidado la escenita, quedamos para hacer una barbacoa con otra pareja, de la cual también es mi amiga la chica y su novio, en este caso, no me cae tan mal. Habíamos quedado a las 10:30 porque nos dijeron que la gente madrugaba mucho para reservar la barbacoa. Aparecieron una hora y media tarde. ¿Por qué? Pues porque se habían dormido, ya que salieron de fiesta el día anterior. Además, mi amiga tenía que llevar a su hermano pequeño a casa de su tía, ya que no se podía quedar solo en casa.
Lo despertó como pudo a última hora y lo llevó a la casa de la tía con la cara sin lavar y sin haber desayunado. Lástima de criatura.
Nos apetecería quedar con gente educada que tuviese la misma edad mental que física. ¿Tan difícil es? ¿Tantísimo pido? Tiene razón el dicho de "más vale estar solo que mal acompañado".